Día sin carro en Bogotá pareció un domingo, con mejor aire

Los bogotanos vivieron este jueves un Día sin carro soleado, parecido a un domingo, con vías desocupadas hacia el mediodía, con menos contratiempos de los esperados en las horas pico para abordar el bus, el taxi o un TransMilenio y gozándose, en bicicleta, las calles y los 366 kilómetros de ciclorrutas para llegar a sus destinos. Fue el día en que todos pudieron, también, respirar un mejor aire. (vea acá la galería de fotos de la jornada).
Por lo menos ese es el resultado que entregó la Secretaría Distrital de Ambiente: en las 13 horas de la jornada, el material particulado (hollín, polvo y humo), que es el peor contaminante del aire en Bogotá, bajó un 16 por ciento, en relación con un día típico, al bajar la concentración de 46,9 microgramos por metro cúbico a 39,6.

Aunque en la duodécima versión del llamado, ahora, Día por el aire limpio, hubo algunas congestiones en las horas pico en la carrera 7a. con calle 34, avenida La Esperanza y en el centro de la ciudad, en la tarde, por el paro camionero, se afectó la avenida Boyacá con 13 y la salida de Fontibón.

En las horas valle (las horas con menos tráfico), Bogotá lució ideal: descongestionada y con un transporte que llevaba a los pasajeros a las paradas finales en pocos minutos. (Vea la galería de fotos de nuestros usuarios de Twitter)
"Es increíble, pero en un día como hoy uno puede recorrer la ciudad de sur a norte sin estresarse", dijo Bitemilia Giraldo, quien tomó un bus de la empresa La Nacional en el barrio Perdomo (Ciudad Bolívar), hasta el norte de la ciudad, y en ese recorrido, que tarda una hora, este jueves demoró 45 minutos, dijo.
Hubo quienes prefirieron madrugar, para dejar el carro parqueado. "Yo me levanté a las 4:00 a.m. para llevar a mis hijas a estudiar en el centro", dijo Sandra Triana, de Santa Ana.

Los deportistas aprovecharon el día para salir en sus bicicletas en pantaloneta y los más arriesgados se le midieron a exhibir sus pijamas.
"Yo pedí permiso para trabajar desde la casa, sólo que mi esposa me pidió ir por lo del desayuno", dijo Fernando Torres, residente de Capri.

Fuente: El Tiempo

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