Venezuela toma acciones para solucionar déficit en suministro de agua causado por los efectos de El Niño



Redacta: Berenice Sulbarán
En el escenario extremo en el que no se inicien las lluvias en el período esperado (entre finales de mayo y principios de junio), el embalse de Camatagua permitiría abastecer por más de 400 días a la ciudad de Caracas, así como parte de San Juan de Los Morros, San Casimiro, Los Valles del Tuy, Barbacoa y el Sombrero, sectores que son atendidos con este embalse. De ocurrir que no se iniciara el período lluvioso, lo cual es prácticamente imposible, ya que el ciclo de lluvia debe cumplirse así sea con escasas precipitaciones, habría que iniciar planes de racionamiento a nivel nacional, para poder rendir al máximo la reserva de agua almacenada en los diferentes embalses del país.

Así lo explicó, Cristóbal Francisco, vicepresidente de Gestión del Agua del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), durante un recorrido realizado por los embalses de Camatagua (Aragua) y Tierra Blanca (Guárico), durante el que se pudieron constatar los niveles de agua de ambos y las obras iniciadas con el fin de resolver el problema del déficit del suministro en algunos sectores.

Niveles actuales de Camatagua aseguran normal abastecimiento
Con los 600 millones de metros cúbicos de agua que almacena actualmente el embalse de Camatagua, cuyos niveles se ubican en la cota 286, se garantiza el abastecimiento normal dentro del Sistema Tuy III, para las poblaciones antes mencionadas. “No quiero decir con esto que no tenemos que mantener las medidas de ahorro del agua potable y energía, lo cual debe continuar hasta que llegue el período de lluvia”, acotó Francisco.

Vale la pena destacar que la cota más crítica de Camatagua ha sido la 261 y la de alivio es 304. A diferencia del año 2003 cuando este embalse estuvo a niveles prácticamente cercanos a los mínimos de operación, en este momento tiene una cota superior a los 10 metros, en relación a ese año.

Hoy en día, el descenso del agua está entre tres y cuatro centímetros diarios, lo cual es una cifra normal para la temporada, pero hay que tomar en cuenta el incremento de la evaporación debido a que en este período las temperaturas son más elevadas (en este momento dos grados por encima del promedio histórico en esta zona).

Tierra Blanca en niveles críticos
A diferencia de Camatagua, el embalse de Tierra Blanca presenta niveles críticos, ya que de los 5 millones de metros cúbicos que suele almacenar, actualmente sólo tiene 100 mil metros cúbicos, situación que ha generado déficit en el abastecimiento del agua en los sectores que atiende, como es el caso de gran parte de San Juan de los Morros.


Para enfrentar esta situación se construyó un dique y una estación de bombeo que permite aprovechar el agua del río Guárico, que contiene también agua proveniente del trasvase del embalse Taguaiguai, con la finalidad de regar toda la zona de El Valle de Tucutunemo y para mejorar el abastecimiento en San Juan de los Morros.

De igual manera, está en construcción un sistema de pre-tratamiento, en el cual, a través de la incorporación de aire comprimido y Sulfato de Aluminio al agua, es posible generar una flotación que remueve las impurezas, una vez pre-tratada se le agrega cloro y se conduce a la planta de tratamiento Puerta Negra de San Juan de los Morros, donde recibe un tratamiento completo.

La inversión de estas obras asciende a los 4 millones de bolívares y se estima que será culminada en menos de 10 días, incorporando a esta población entre 250 y 300 litros por segundo, adicionales a lo que está hoy recibiendo.

Este proceso de pre-tratamiento se lleva a cabo “para extremar las medidas de seguridad y asegurar que en todo momento tengamos agua potable saliendo de Puerta Negra, puesto que normalmente el embalse de Tierra Blanca cumple una función de gran sedimentador, porque el agua llega allí y tiene un tiempo de retención que permite su sedimentación, cosa que no va a ser posible en este momento, porque se está dando un bombeo continuo, y apenas sacamos el agua del río pasa por el embalse, pero inmediatamente hay que conducirla a la ciudad”, explicó el viceministro Francisco.

La causa: un fenómeno climático
El déficit presentado en algunas zonas del país se debe a los efectos del fenómeno El Niño, un efecto cíclico que tiene registros de hace más de 100 años y tiene un impacto en el lado de Venezuela con sequías desde moderadas a extremas.

Este fenómeno climático es causado por el cambio de temperaturas en la costa pacífica de Perú, que suele ser de corrientes muy frías. El Niño desplaza las aguas frías calentando esa zona, de tal manera que se acelera la evaporación y la condensación de nubes en ese sector, por lo cual se generan más lluvias, y para decirlo de manera simple, esa lluvia que cae allá es la que deja de caer para el lado de Venezuela, Colombia y Ecuador.

Al respecto, Cristóbal Francisco afirmó que “como consecuencia de la distribución irregular de las lluvias en el 2009, el déficit en algunas partes de nuestro territorio llega al 80%, eso impidió que se recuperaran en su ciclo normal los volúmenes de agua que están embalsados, sin embargo, se han puesto en marcha con grandes inversiones, obras que han minimizado el impacto que puede causar el efecto del fenómeno El Niño”.

“Debemos tener presente que el planeta es la casa de todos, no hay salvación individual, la visión de esto tiene que ser colectiva e ir más allá de Venezuela al mundo”, agregó. Aprovechó la oportunidad para hacer un llamado al pueblo venezolano para que haga uso eficiente del agua y la energía, “que en nuestro caso están ligadas; yo digo que ahorrar agua es ahorrar energía, y ahorrar energía es ahorrar agua”.

Del mismo modo, instó a los gobiernos municipales para que contribuyan con la campaña “Cierra el chorro abre tu conciencia”, por medio de la implementación de ordenanzas locales que permitan un control ciudadano sobre el uso del agua, impidiendo actividades como lavar las aceras y vehículos indiscriminadamente, barrer con la manguera, entre otros.

A pesar de que la situación en el país esta siendo atendida y no ha llegado a límites extremos, resulta prioritario el cambio en los patrones de consumo, ya que si el ser humano no toma conciencia y cambia sus costumbres degradantes por patrones ecoeficientes, los efectos causados por fenómenos como El Niño, serán cada vez más intensos, fuertes y seguidos. Más allá de un tema de seguimiento y control por parte del Gobierno Nacional, hay que comprender que se trata de un problema ambiental que afecta al mundo entero, donde las consecuencias del Calentamiento Global golpean con fuerza a la humanidad, siendo los países pobres lo más afectados.

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