El cambio climático comienza a dejar serios efectos en América Latina, según informe de CEPAL

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió el jueves que si no se produce un acuerdo internacional para mitigar los efectos del cambio climático, el costo para América Latina y el Caribe podría equivaler hasta 137 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional actual para 2100.
El informe denominado "La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. Síntesis 2009" se basó en estimaciones de Argentina, Belice, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay- con la colaboración de los gobiernos de Alemania, Dinamarca, España y Reino Unido, además de la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y una amplia red de instituciones académicas y de investigación.
El informe advierte que si es que no se adoptan acciones para enfrentar el problema, la región podría sufrir para fines del siglo pérdidas importantes en el sector agrícola y en la biodiversidad, fuertes presiones sobre la infraestructura y aumento en la intensidad de eventos extremos, que se acumularían hasta representar cifras importantes del PIB actual.
Aunque es la segunda región mundial que menos emite gases de efecto invernadero detrás de África, América Latina y el Caribe está sufriendo los efectos del calentamiento global más que ninguna otra, según el informe.
Por ejemplo, algunas naciones tendrían beneficios temporales en sus sectores agrícolas como consecuencia de aumentos de temperatura menores a dos grados centígrados y los cambios en las precipitaciones, aunque en el largo plazo predominarían los efectos negativos.
Con un incremento de la temperatura planetaria superior a tres grados centígrados, algunos países o regiones podrían perder hasta 30 ó 40 por ciento de su biodiversidad.
Argentina, Chile y Uruguay tendrían efectos positivos en su productividad agrícola si la temperatura aumentara entre 1,5 grados centígrados y 2 grados centígrados en el período 2030-2050. Sin embargo, si se traspasa este umbral de temperatura los efectos serán negativos.
Mientras que en lo que se refiere a Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú las tierras degradadas oscilarían entre el 22 y el 62 por ciento del territorio. También disminuirá la disponibilidad de agua, sobre todo en América del Sur.
El informe de la CEPAL ha puesto en alerta a la comunidad internacional, mientras en la Cumbre del Cambio Climático no se avizoran acuerdos a un día de la conclusión del evento en Copenhague.

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