El secretario de Estado de Medio Ambiente de Hungría, Zoltan Illes, dijo que es inevitable un segundo derrame tóxico por el derrumbe de la muralla norte del embalse ya roto.
Las autoridades húngaras están levantando un dique de contención de 600 metros de largo y 30 metros de espesor en los campos inmediatamente aledaños al vertedero, cerca de la ciudad de Ajka, en el oeste del país.
El barro es el residuo de años de producción de óxido de aluminio. Es altamente alcalino y tiene un contenido de metal pesado.
Expertos europeos
Especialistas en contaminación de la Unión Europea viajan a Hungría, a solicitud de Budapest, para ayudar a establecer la magnitud de los daños ocasionados al medio ambiente.
El equipo está compuesto por especialistas de Francia, Bélgica, Austria, Suecia y Alemania.
Según el periodista de la BBC Nick Thorpe, quien se encuentra en Ajka, las autoridades húngaras han estado tratando de aquilatar las consecuencias ambientales y las repercusiones sobre la salud humana del barro rojo, que cubre ya un área de cerca de 40 kilómetros cuadrados, y que afecta a varios pueblos y aldeas.
La primera tarea de los expertos extranjeros será determinar en qué medida la contaminación es un un riesgo para el agua, el suelo y, a medida que el barro se seque, los peligros del polvillo transportado por el aire.
Condolencias y compensación
Los propietarios de la planta de alúmina presentaron sus condolencias, el domingo, a los familiares de las personas muertas en el accidente.
MAL Rt., propietaria de la planta en Ajka, expresó que debía haber hecho público su pesar antes y ofreció pagar una compensación acorde con la responsabilidad que le cabe en los daños causados.
Cerca de un millón de metros cúbicos del lodo rojo se filtraron desde el embalse a varias aldeas y ríos, la semana pasada, causando la muerte de siete personas y más de un centenar de heridos.
Fuente: BBC Mundo
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