Una coalición de representantes de la sociedad civil integrada por organizaciones no gubernamentales, científicos y estudiantes universitarios a favor del uso no letal de las ballenas, felicitan al gobierno nacional por el avance que dio en la reintegración del país en la Comisión Ballenera Internacional (CBI / IWC por sus siglas en inglés).
Jaime Bolaños, representante de la ONG Sociedad Ecológica Venezolana Vida Marina (SeaVida), informó que pesar de que Venezuela es signataria de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, diversos factores han incidido para que se haya alejado de las reuniones anuales de la Comisión durante los últimos años. Sin embargo, según informó el vocero, acaba de terminar en Costa Rica la reunión del Grupo de Buenos Aires (GBA), que agrupa a los países latinoamericanos que son miembros de la CBI, la cual contó con la participación de un Observador Diplomático de Venezuela.
Recordó que la Comisión Ballenera Internacional fue fundada en 1946 y actualmente está integrada por 88 países, donde existen prácticamente dos bloques, el ballenero, que está a favor de la caza indiscriminada que muchas veces pretenden justificar con el mote de “científica”, y el conservacionista, que se niega a que acaben con estas especies, ambos con similar cantidad de votos.
El bando ballenero está liderado por Japón, con apoyo de Islandia y Noruega, entre otros países, y ejecuta caza comercial y científica, aprovechando vacíos legales en la Convención y/o objetándola o emitiendo reservas a algunos artículos. El bloque conservacionista se opone a la cacería comercial y la denominada “científica” y, en su lugar, promueve el uso no mortal de las ballenas por medio del ectourismo de observación de cetáceos y la investigación científica no letal.
Bolaños, vocero de la “Coalición Venezuela por las Ballenas y Delfines”, aclaró que el reingreso de Venezuela a la Comisión, recuperando su derecho de voz y voto, será un factor clave para el fortalecimiento del bloque conservacionista latinoamericano o Grupo Buenos Aires en favor del aprovechamiento no letal de las ballenas y delfines. Dijo que entre las técnicas no letales de investigación destacan la “fotoidentificación”, grabaciones acústicas y colectas de muestras genéticas cutáneas entre otras.
Reingreso necesario
Por su parte, Neil Castro, Coordinador del Grupo Biomarina Venezuela, y tesista de Biología Marina de la Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar de la Universidad de Oriente en Nueva Esparta, fue enfático en reconocer como altamente positiva la presencia en la reunión de un observador diplomático designado por la Cancillería, ya que refleja el interés del Estado Venezolano en contribuir con la conservación de la diversidad biológica de cetáceos de Venezuela y el mundo.
“Como miembro de la comunidad estudiantil me satisface este gran paso, puesto que va cónsono con las declaraciones de la Asamblea Nacional con motivo del Día Mundial del Ambiente (04/06/09) cuando se acordó: “Condenar y sancionar toda acción que atente contra la diversidad biológica, principalmente contra especies declaradas en peligro de extinción”; una vez que la misma considerara “Que nuestra Carta Magna en su artículo 127 establece que Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro (…)” y que “(…) toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado (…)”.
Los miembros de esta Coalición Venezuela por las Ballenas y Delfines consideran que están dadas todas las bases para que el Gobierno se sienta respaldado por la sociedad civil venezolana y latinoamericana así como por los gobiernos de la región, para dar fiel cumplimiento a las políticas nacionales e internacionales que rigen en materia ambiental.
“La comunidad científica, estudiantil y sociedad civil organizada, a través de esta Coalición, confían plenamente que el Estado venezolano reingresará prontamente a la CBI; basado en los principios de cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad que rigen a la República Bolivariana de Venezuela”, sentenciaron los voceros.
Fuente: Somos Margarita Verde-Julio 2010
Jaime Bolaños, representante de la ONG Sociedad Ecológica Venezolana Vida Marina (SeaVida), informó que pesar de que Venezuela es signataria de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, diversos factores han incidido para que se haya alejado de las reuniones anuales de la Comisión durante los últimos años. Sin embargo, según informó el vocero, acaba de terminar en Costa Rica la reunión del Grupo de Buenos Aires (GBA), que agrupa a los países latinoamericanos que son miembros de la CBI, la cual contó con la participación de un Observador Diplomático de Venezuela.
Recordó que la Comisión Ballenera Internacional fue fundada en 1946 y actualmente está integrada por 88 países, donde existen prácticamente dos bloques, el ballenero, que está a favor de la caza indiscriminada que muchas veces pretenden justificar con el mote de “científica”, y el conservacionista, que se niega a que acaben con estas especies, ambos con similar cantidad de votos.
El bando ballenero está liderado por Japón, con apoyo de Islandia y Noruega, entre otros países, y ejecuta caza comercial y científica, aprovechando vacíos legales en la Convención y/o objetándola o emitiendo reservas a algunos artículos. El bloque conservacionista se opone a la cacería comercial y la denominada “científica” y, en su lugar, promueve el uso no mortal de las ballenas por medio del ectourismo de observación de cetáceos y la investigación científica no letal.
Bolaños, vocero de la “Coalición Venezuela por las Ballenas y Delfines”, aclaró que el reingreso de Venezuela a la Comisión, recuperando su derecho de voz y voto, será un factor clave para el fortalecimiento del bloque conservacionista latinoamericano o Grupo Buenos Aires en favor del aprovechamiento no letal de las ballenas y delfines. Dijo que entre las técnicas no letales de investigación destacan la “fotoidentificación”, grabaciones acústicas y colectas de muestras genéticas cutáneas entre otras.
Reingreso necesario
Por su parte, Neil Castro, Coordinador del Grupo Biomarina Venezuela, y tesista de Biología Marina de la Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar de la Universidad de Oriente en Nueva Esparta, fue enfático en reconocer como altamente positiva la presencia en la reunión de un observador diplomático designado por la Cancillería, ya que refleja el interés del Estado Venezolano en contribuir con la conservación de la diversidad biológica de cetáceos de Venezuela y el mundo.
“Como miembro de la comunidad estudiantil me satisface este gran paso, puesto que va cónsono con las declaraciones de la Asamblea Nacional con motivo del Día Mundial del Ambiente (04/06/09) cuando se acordó: “Condenar y sancionar toda acción que atente contra la diversidad biológica, principalmente contra especies declaradas en peligro de extinción”; una vez que la misma considerara “Que nuestra Carta Magna en su artículo 127 establece que Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro (…)” y que “(…) toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado (…)”.
Los miembros de esta Coalición Venezuela por las Ballenas y Delfines consideran que están dadas todas las bases para que el Gobierno se sienta respaldado por la sociedad civil venezolana y latinoamericana así como por los gobiernos de la región, para dar fiel cumplimiento a las políticas nacionales e internacionales que rigen en materia ambiental.
“La comunidad científica, estudiantil y sociedad civil organizada, a través de esta Coalición, confían plenamente que el Estado venezolano reingresará prontamente a la CBI; basado en los principios de cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad que rigen a la República Bolivariana de Venezuela”, sentenciaron los voceros.
Fuente: Somos Margarita Verde-Julio 2010
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